Un cuento de terror bajo el sol de los Andes

Les contaré un cuento... Parecerá de terror, pero es la vida real, y más cerca de lo que creen:

Hace 3 años, a poco de mudarme al Valle Sagrado (Cusco, Perú), conocí a un joven extranjero (pakistani-canadiense) que al principio creí que era mi amigo, un sensible buscador de la verdad como yo...

Un día, en una de las tantas ceremonias de Ayahuasca a las que él iba, casi semanalmente por su fuerte convicción de convertirse en chamán, tuvo unas visiones.

Siempre tenía visiones, pues es parte de "la experiencia" de las plantas psicodélicas pero, en esta ocasión específica, dice que me alucinó A MÍ cometiendo una serie de actos sexuales aberrantes, supuestamente actuando en un extraño complot (o "ritual") con un conocido que teníamos en común - y peruano como yo- que en aquel entonces era el novio de una amiga.

Él dice que creyó que las visiones eran reales... Y no sólo creyó eso, sino que creyó que la "madre Ayahuasca" le había revelado, en varias ocasiones, que esta amiga era su verdadera "alma gemela" (él ya venía teniendo esas "revelaciones" y obsesionándose con ella hacía un tiempo, y yo lo sabía) y también le dio el "DEBER" de "advertirle" a esta amiga, como también a más personas en el Valle Sagrado..."sobre mí."

Las citas son de las mismas palabras que él me dio cuando le pedí explicaciones por todos los problemas que esto ocasionó.

Él nunca se disculpó, sino que procedió a atarcarme, insultarme, culparme y seguir actuando como el narcisista descerebrado (¿esquizofrénico? ¿poseído?) que yo ya había descubierto que era. El insistía que su visión tenía que ser más real que mi (*la*) realidad y, si no, al menos las órdenes de "la madre" y del "Gran Espíritu" sí tenían que ser ciertas, y él "debía" seguirlas.

...Pero él no fue el único que conocí en ese entonces (dentro del mismo pueblo y círculo social) que tenía constantes alucinaciones y que parecía andar con la mente y la moral perdida después de tanta "ceremonia".

Aquí retrocederé un poco para unir los puntos y hacer más clara la historia para quienes se enteran de esto por primera vez:

Al pakistani-canadiense lo conocí en el mismo centro de retiro donde tuve mis primeras (y últimas) experiencias con Ayahuasca, que también contaré a detalle en otro blog.

Sí les diré que no sólo terminé teniendo visiones oscuras y sospechosamente egomaniacas en mis propias ceremonias, sino que fui presenciando ritos y prácticas por parte del director del centro y de sus "aprendices", que dicen ser "de la Luz" con un discurso espiritual casi perfecto, pero que claramente no lo eran. Nunca en mi vida vi tantos desórdenes mentales y morales juntos, y eso ya es decir bastante.

Muy rápido cambió la broma entre mis conocidos, de decir que el Valle Sagrado es como una gran escuela de vida, a compararlo con un gran centro psiquiátrico bajo el sol de los Andes.

Uno de los aprendices del pseudo chamán que vivía ahí permanentemente desde hacía años (un alemán con nombre italiano, que también hacía ceremonias de diferentes psicodélicos, además de ser DJ), recuerdo claramente que intentó practicar en mí una supuesta hipnosis que él venía aprendiendo y que no me hizo sentir nada cómoda, y no lo dejé terminar, y esa fue uno de mis últimas visitas a aquel centro de retiros.

Me apenó alejarme del círculo de este lugar porque, en un principio, había sentido y creído que había encontrado donde pertenecía. Este círculo es el mismo que se hace llamar "tribu", "espiritual", "medicina" del Valle Sagrado, y se les ve en centros de retiro como éste, haciendo bailes ecstáticos y ceremonias de cacao, vendiendo artesanías, y promoviendo comida orgánica, sanaciones cuánticas, caminatas de wachuma, hongos y demás. Y suena todo muy hermoso, de verdad... idílico.

Pero pasaron muchas cosas, y en muy poco tiempo.

El pakistani-canadiense estuvo muy involucrado con este centro de retiros como cliente y aprendiz, así como haciendo "dietas" con otros de estos pseudo chamanes modernos, hasta que empezó a asustarse de la oscuridad que estaba viviendo.

Me contó como el alemán residente estuvo enseñándole sus técnicas de hipnosis, cuyo fin era el control mental (no-consensuado) sobre otros. Le dijo que tenía "dentro de él" a Satanás y que se lo transfiere a las personas por medio de los ojos, y ya se lo había transmitido a él en su "Iniciación". Me dijo que lo sentía claramente y le tenía miedo. Yo ya había oído conversaciones como esta muchísimas veces, en persona, en las pocas semanas que anduve por ahí, así que no me costaba creerle, por más bizarro que sonara.

Sinceramente, creo que el uso y experimentación con la magia negra son muy reales entre estas personas y hasta obvias, aunque no lo admitan.

Aquí empieza a ponerse más siniestro,aunque aún falte mucho por contar:

Poco tiempo después, supe que otro hombre del mismo círculo "medicina" se coló en la casa de este mismo joven durante una noche con el propósito de ASESINARLO y, según él, lo hizo POR ÓRDENES DE LA "MADRE AYAHUASCA", que le advirtió contra él.

Afortunadamente, no logró su cometido. Pero tal como esta historia, fueron llegando a mi conocimiento varias más de otros que sí lo lograron con otros... Vidas y vidas terminadas, o cambiadas para siempre y de formas horripilantes, en nombre de la "espiritualidad", la "Nueva Tierra" y las "plantas medicinales". Y al escribir por primera vez este blog, ni siquiera había escuchado del chileno Antares de la Luz

Pero, al querer hablar de estos temas con muchos de la misma "comunidad medicina", inmediatamente me pedían que no hable abiertamente de eso. Y, desde que llegué al Valle, vengo cruzándome con uno y otro y otro gringo más como ellos: pseudo-espirituales, que quieren establecerse aquí para "crear la Nueva Tierra" y expandir "la comunidad medicina", emprendiendo negocios y proyectos, siempre "bajo indicaciones de la madre ayahuasca y las plantas medicinales", pero cometiendo aberraciones contra la gente y la Tierra... Así que, dígame alguien: ¿Suena esto con sentido? Porque para mí no.

Como madre, creo con todo mi ser que no podemos dejarlo pasar desapercibido pues, a quien más vulnera es finalmente a las infancias. Como persona espiritual, creo que ésto es lo opuesto a espiritualidad, y sólo genera olas contraproducentes para todos. Se debe exponer y hacer algo.


Uno tiempo después, mi hijita y yo empezamos a ser acosadas por una muy desquiciada "ex" de quien fue mi pareja en ese entonces. Esta señorita (una alemana), es otra ávida seguidora de la Ayahuasca, de los psicodélicos y del plan de establecer "su territorio" aquí.

Uno de sus más "fuertes" argumentos durante su acoso -además de que nuestro ex la estafara por bienes y dinero, como suele hacer con muchos, pero me culpaba a mí-, era que tenía en su poder supuestas grabaciones y testimonios de ese mismo joven (el pakistani-canadiense del principio) relatando sus "revelaciones" y supuestas "experiencias", además de otras habladurías que supuestamente había podido juntar de otras personas (curiosamente, todas extranjeras y con agendas cuestionables) que se expresaban negativamente de mí, y "tenían que alertar a otros".

Todas, falsedades absolutas, que ni se molestaron en comprobar y que aún llega a mis oídos que siguen corriendo como teléfono malogrado, hasta por gente que ni me conoce personalmente.

Esta mujer también es otra que se cree "enviada divina de las plantas medicina", y ella llegó a cometer acciones como traspasar nuestro domicilio, y asustó a mi hijita con sus gritos y acosos en más de una ocasión, jamás retractándose, sino que aumentando en intensidad y amenazas (incluso jurando venganza sobre mi BEBÉ que aún no nacía), claramente creyéndose justificada y, sobretodo, IMPUNE.
Tras ser víctima del mismo ser que ella y como mujer, puedo entender su desesperación en el momento, pero no condono su actuar y definitivamente lo cuestiono... No puedo evitar pensar que su nivel de desconexión con la realidad y con su propia humanidad puede estar relacionada también con su (mal)uso de las plantas medicinales.


En ese momento, mi ex pareja y yo nos encontrábamos tratando de llevar a cabo un proyecto aparentemente social en el que puse alma y corazón, pero del que también terminé separándome después que uno de los socios (un holandés) también actuara agresivamente contra otras personas, incluyendome a mí en estado de gestación, y luego hasta se aliara con esta señorita para volver a atacarnos verbalmente a gritos a mí y a mi pequeña hija, de entonces 4 años, que hasta ahora recuerda el incidente.
Todo esto, sumado a algo que tampoco podemos tomar a la ligera:
Que este señor admitió que el proyecto se trataba de un CULTO (precisa palabra que usó), uno que involucra *absoluta apropiación cultural y segregación étnica contra los locales*. Todo, según él, REVELADO A ÉL POR LA MADRE AYAHUASCA, por lo que era su "deber divino", lo que para mí era descabellado e inaceptable, pero para ellos no sólo está justificado, sino que es un plan ya en ejecución, y yo era una piedra más en su zapato.
Tengo mucho escrito sobre lo que viví ese tiempo, y sólo espero poder publicarlo pronto.


Y, a estas alturas no es novedad que ahora estoy criando sola a mis dos pequeñas, porque no sólo me separé, sino que el progenitor de mi bebé (un dominicano-estadounidense) resultó siendo abusivo con nosotras de múltiples formas (psicológica, física, sexual, patrimonial y hasta el momento, vicaria y judicial) además de actuar cada vez más irresponsable, más narcisista y psicopático con cada hongo, wachuma, ayahuasca, o lo que consumiera... Y él es también es uno de esos gringos "espirituales" que vive del negocio del turismo espiritual: Haciendo retiros, compartiendo y hasta recetando psicodélicos a diario, y todo SIGUIENDO ÓRDENES de las plantas, que "casualmente" lo tienen tomando acción inmoral tras acción inmoral, como también justificando otras. Todas en forma de estafas económicas, negligencias, apropiación cultural, neo-colonización, y todo tipo de violencia contra quienes son más vulnerables, encubierto de superioridad espiritual (como la pedofilia y los abusos sexuales que algunos de su círculo hacen y le hicieron a mi hijita, de entonces 3 años, y ellos hasta ahora defienden. Pero esta historia también viene pronto más completa, en otro blog y mis redes).

Durante las cuatro semanas que duró mi labor de parto (por el pánico que vivía gracias a estas personas), mi ex me pedía que le diseñe un escudo por otro encargo que él recibió de la "madre Ayahuasca", que le había "revelado en ceremonia" que su familia "era quien iba a liderar la Nueva Tierra en los tiempos post-apocalípticos", si seguía sus indicaciones.
Es por esas "promesas" que había cambiado su nombre a terminar con "-El" (como "ser divino", además del apodo Nahual, que lo dice todo...). Y me decía entonces que "teníamos que prepararnos" y yo tenía que "comprometerme de verdad", porque yo cuestionaba demasiado para su gusto (y obviamente quería priorizar mi parto, lo que lo terminó enojando mucho más).


Las palabras "MI TERRITORIO" y "mi patio de juegos" las repito de él, de ella y varios de ellos mismos, pues es así como éstas personas se están atreviendo a referirse al Valle Sagrado y al Perú en general, porque se sienten en un derecho fantasioso que les da el estado político y legal actual del país. Lo he oído con sus propias risas y lo encuentro descabellado, inaceptable.
Son sólo 3 años que vivo en el Valle Sagrado, y como peruana de razas mixtas que habla inglés, he podido integrarme y desintegrarme, y con eso, aprender muchísimo. Y creo ferviente que, aquello que no es sano y pone en peligro a la comunidad (especialmente infancias), tiene que decirse. Darle luz para reconocerlo y poder mejorar. Estas son unas de esas cosas.
Si bien crecí políglota y cosmopolita, se equivocaron al pensar que yo tomaría cualquier posición que signifique explotar/vender esta tierra y su gente (MI gente); al contrario.


Así que, igual estamos volviendo al valle nosotras, a nuestro hogar. Porque, con todo el camino recorrido, tengo mucha fe en el corazón bondadoso de la mayoría de las personas que conocemos por Cusco y el Valle. De todo origen, de todo estilo de vida y de toda práctica espiritual.

Con todo lo dicho, sé que la falta de empatía y humanidad son algo universal, y las plantas medicinales -como todo en la Naturaleza- sí que ocupan un lugar sagrado y válido en nuestra realidad, pero quiero traer a diálogo que el Ayahuasca/psicodélicos en el uso "moderno" parecen estar claramente teniendo un efecto particularmente catalizador y de riesgo, especialmente sobre individuos con tendencia al narcisismo y a las actitudes supremacistas.

No negaré ni trataré de ocultar cómo todos éstos antecedentes con el progenitor de mi hija y su círculo más cercano me tienen procesando muchísimos miedos respecto a volver a nuestro hogar en el Valle, sino que, de hecho, es lo que me mueve a compartirles este "cuentito", como mis historias, memes y más :)
Son cosas que están pasando de verdad y frente a las narices de todos. Sólo les pido: abran los ojos, los oídos y los corazones.

Y, si algo llegara a pasarme a mí, o a mis hijas... pues al menos ya tendrán una idea de quién/es pudieron ser.

Dejo esto aquí por ahora.

HABLEMOS DE ESTO.
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